TEMPERLEY 0-2 ATLANTA

Decepcionante actuación de Temperley. Por la 9º fecha del Torneo de Primera Nacional, perdió como local por 2-0 ante Atlanta. Fue la cuarta derrota sobre cinco partidos en el estadio Alfredo Beranger, donde debería ser su Fortaleza.

El buen comienzo del Gasolero se fue diluyendo con el correr de los minutos, donde Atlanta se adueñó de la pelota, el juego, y sacó dos goles de diferencia.

De la mano de Allione, el local se mostró más incisivo. El “10”, recostado por la derecha, fue salida clara y abasteció bien a sus compañeros. Y si bien no hubo jugadas claras frente al arco de Rago, el dominio territorial quedó marcado.

Pero el Bohemio despertó a tiempo. Galeano, Marcioni y Fernández comenzaron a juntarse, tocar, fabricar espacios y ganar a espaldas de los volantes de camiseta celeste. Castro descolgó del ángulo un cabezazo de Pérez a los 16 minutos.

A partir de esa acción, el dominio del equipo de Erviti fue absoluto, frente a un Temperley impotente, perdido en la cancha y quedando a voluntad de alguna individualidad. Lo contrario de Atlanta, que comenzó a progresar con su juego.

Y a los 36m. llegó el gol. De un pelotazo de Rago al pecho de Marcioni, la descarga a Fernández, el toque a Galeano y el remate bajo que contó con cierta complicidad del arquero que vio como el balón se le metió contra el palo izquierdo.

Aturdido, el Gasolero no tuvo tiempo de sacudirse cuando Marcioni le ganó a Souto y su centro explotó en la cabeza de Klusener para el 2-0 a los 40 minutos.

Se esperaba una reacción del Temperley en el complemento, que nunca llegó. A pesar de los cambios en el reinicio y sobre el desarrollo del mismo, el equipo no funcionó y quedó a merced de un rival que lo pudo haber goleado.

Atlanta mantuvo la línea y nunca se relajó. Siempre quedó la sensación de haber estado más cerca del tercero que el local del descuento. Y si n aumentó fue por una atajada de Castro a Fernández o porque los remates de Marcioni, Galeano y Dramisino no tuvieron la dirección correcta para tomar contacto con la red.

Decepcionante actuación de Temperley. Por la 9º fecha del Torneo de Primera Nacional, perdió como local por 2-0 ante Atlanta. Fue la cuarta derrota sobre cinco partidos en el estadio Alfredo Beranger, donde debería ser su Fortaleza.

El buen comienzo del Gasolero se fue diluyendo con el correr de los minutos, donde Atlanta se adueñó de la pelota, el juego, y sacó dos goles de diferencia.

De la mano de Allione, el local se mostró más incisivo. El “10”, recostado por la derecha, fue salida clara y abasteció bien a sus compañeros. Y si bien no hubo jugadas claras frente al arco de Rago, el dominio territorial quedó marcado.

Pero el Bohemio despertó a tiempo. Galeano, Marcioni y Fernández comenzaron a juntarse, tocar, fabricar espacios y ganar a espaldas de los volantes de camiseta celeste. Castro descolgó del ángulo un cabezazo de Pérez a los 16 minutos.

A partir de esa acción, el dominio del equipo de Erviti fue absoluto, frente a un Temperley impotente, perdido en la cancha y quedando a voluntad de alguna individualidad. Lo contrario de Atlanta, que comenzó a progresar con su juego.

Y a los 36m. llegó el gol. De un pelotazo de Rago al pecho de Marcioni, la descarga a Fernández, el toque a Galeano y el remate bajo que contó con cierta complicidad del arquero que vio como el balón se le metió contra el palo izquierdo.

Aturdido, el Gasolero no tuvo tiempo de sacudirse cuando Marcioni le ganó a Souto y su centro explotó en la cabeza de Klusener para el 2-0 a los 40 minutos.

Se esperaba una reacción del Temperley en el complemento, que nunca llegó. A pesar de los cambios en el reinicio y sobre el desarrollo del mismo, el equipo no funcionó y quedó a merced de un rival que lo pudo haber goleado.

Atlanta mantuvo la línea y nunca se relajó. Siempre quedó la sensación de haber estado más cerca del tercero que el local del descuento. Y si n aumentó fue por una atajada de Castro a Fernández o porque los remates de Marcioni, Galeano y Dramisino no tuvieron la dirección correcta para tomar contacto con la red.

Fue preocupante que Temperley no generara una sola situación clara de gol. Apagado Allione, a veces impotente ante la superioridad del rival, no hubo un compañero que tomara el bastón y encontrara caminos claros para progresar.

Perder en el Baranger se está haciendo una costumbre. Y no es bueno. Las defensas están bajas y no hay remedio que, por ahora, traigan una solución. La realidad es que Temperley está más cerca del fondo de la tabla que de los puestos de Reducido.

Fuente: La Unión