Murió Mauricio «El Turco» Hanuch, ex jugador de Olimpo y Talleres

Mauricio Hanuch, reconocido exfutbolista con pasado en Olimpo y Talleres, falleció a los 43 años a causa de un cáncer de estómago. Ya había estado grave de salud hace diez años, cuando debió ser intervenido por una insuficiencia renal.

Hanuch, quien tras su retiro de la actividad profesional en 2009 se dedicaba a ser un nexo comercial entre jugadores argentinos y clubes portugueses, descubrió que tenía un tumor estomacal durante su estadía en el país luso el año pasado, en la cual cerraba los traspasos de Agustín Marchesín y Renzo Saravia al Porto. Regresó a la Argentina para operarse de urgencia. La intervención quirúrgica duró cerca de seis horas, en la que consiguieron extirparle el tumor pero que sin embargo, no pudo evitar que debiera someterse a la quimioterapia, de la cual no pudo sobreponerse.

A fines de 2010, debió ser sometido a un trasplante de riñón, tras sufrir una insuficiencia renal grave que provocó que funcionara al mínimo de sus posibilidades. El Turco recibió la donación que precisaba gracias a su hermana Yanina, cuyo órgano tenía el mayor grado de compatibilidad. Al culminar esa operación, el exmediocampista ofensivo se recuperó de tal modo que hasta hace poco tiempo después se animó a volver a jugar la pelota con sus afectos.

El exmediapunta, nacido en Ciudad Evita, tuvo un breve pero recordado paso por el Interior. Disputó la temporada 2003/2004 en Olimpo, en la cual aseguró la permanencia del equipo bahiense en Primera. Luego de esa experiencia en el Aurinegro, donde jugó 27 partidos y anotó dos goles, se marchó a Córdoba. Llegó a Talleres como uno de los refuerzos estelares tras el descenso de la T a la B Nacional en 2004 con la idea de poder retornar a la máxima categoría. No obstante, tan sólo estuvo en nueve encuentros y anotó apenas un tanto en ese primer semestre y el fideicomiso que gerenciaba al Tallarín de Barrio Jardín -había quebrado en diciembre de aquel año-, optó por rescindirle su contrato.

En nuestro país también lució las camisetas de Platense -donde debutó-, Independiente, Estudiantes de La Plata, Deportivo Morón. Defensores de Belgrano y Nueva Chicago. Su trayectoria incluyó también un periplo internacional ya que emigró para jugar en las ligas de Portugal (Sporting Lisboa y Santa Clara), España (Badajoz), Brasil (Río Branco) y Albania (Dinamo Tirana). Decidió colgar los botines en el Calamar de Saavedra, el club que resultó ser su segundo hogar y siempre lo cobijó como un hijo pródigo.