Escándalo y locura en Textil Mandiyú

El plantel acusó al presidente de ingresar violentamente, junto a otras cuarenta personas y «bajo el efecto de algún estupefaciente», al edificio en el que se alojan para robarles unos pagarés. 

Los jugadores de Textil Mandiyú denunciaron que Jorge Abib, presidente del club, ingresó violentamente este viernes por la madrugada, acompañado por alrededor de cuarenta personas, al hotel en el que se encuentran alojados y que les intentaron robar los documentos para cobrar el sueldo. «Estábamos en nuestros departamentos cuando Abib y los barras entraron pateando todo lo que tenían a su paso para sacarnos los pagarés del mes de noviembre. Suponemos que estaba bajo los efectos de algún estupefaciente, porque de otra manera no se entiende la reacción y el completo estado de locura «, declaró en Radio Sudamericana Nicolás Gonzales, uno de los futbolistas.

Rodrigo Mannara, uno de los referentes del equipo, también describió lo sucedido: «Vivimos un acto de delincuencia terrible. El presidente ingresó a los cachetazos, rompiendo todo y pidiendo todos nuestros documentos. Debido a la violencia que se vivió, muchos debieron saltar por los balcones para evitar que todo terminara en algo peor».

Por su parte, el máximo dirigente de la institución contradijo a los futbolistas y se defendió de las acusaciones. «Van a tener que demostrar todo lo que están diciendo, no fui con barras bravas y no hubo violencia ni amenazas. Son gente que vive vagando, estaban siempre borrachos. Yo ingresé con diez personas a buscar los pagarés que no devolvieron. No tenían derecho a quedarse con cosas ajenas», se excusó.

Textil Mandiyú quedó afuera el fin de semana pasado del Federal A, y la intención de la dirigencia sería no abonarle al plantel y al cuerpo técnico el último sueldo que les correspondería por contrato: el del mes de noviembre. Ya había habido dos aprietes en la semana (el primero, el lunes en el entrenamiento; el otro, el miércoles en el hotel). Además, a Jorge Abib ya se le había atribuido el hecho de realizar este tipo de maniobras cuando el club se encontraba en el Argentino B. Como esa categoría no es profesional, no había contratos obligatorios, por lo que este tipo de manipulaciones resultan algo más difícil de comprobar.

 

 

Por Andrés González Casco (Diario Olé)

Foto: Diario Época