El delantero decidió poner fin al contrato que lo unía a Sportivo, debido a su baja participación en el equipo que conducía Germán Bustamante.
Llegó como una de las incorporaciones más resonantes. Matías Parolari, el atacante que dejó su marca goleadora en Deportivo Madryn, arribó al club en el último mercado de pases, tras haber entrenado unas semanas en Alvarado de Mar del Plata. La oferta económica del equipo costero no lo convenció del todo y decidió armar el bolso para firmar en Las Parejas.
Pero en el Lobo tuvo escasa participación por una decisión de Germán Bustamente, el recientemente desvinculado entrenador, y así fue que se desencadenó su salida. Se preparó el terreno para el alejamiento definitivo y, tras algunas charlas con los directivos, puso la firma para decretar la rescisión. Su futuro futbolístico todavía es una incógnita, ya que todos los torneos están en plena actividad, menos el Federal «B» que tiene fecha de inicio para finales de mes.
Lo cierto es que Sportivo pierde un nombre de jerarquía en su plantilla, y ahora, de la mano del nuevo entrenador Diego Oyarbide, encarará el desafío de lograr regularidad y de escapar de los puestos del fondo.
