El arquero de Viale, que el miércoles enfrenta al San Lorenzo por Copa Argentina, es fana del Ciclón. «Me gustaría agradecerle al Pipi por haber ganado la Libertadores», contó Lisandro Borgetto, quien convivirá con sus dos amores.
Por Andrés González Casco (Diario Olé)
Los casi 15.000 habitantes de Viale se pellizcan. En el pueblo, que está a unos 50 km de Paraná, no pueden creer que van a enfrentar al campeón de América. Es que Viale FBC jugaba la Liga de Paraná Campaña hasta que en 2013 fue invitado a disputar el Argentino B y, ahora, el fíxture de la Copa Argentina le deparó esta posibilidad histórica. Entre ellos está Lisandro Borgetto, el arquero del team entrerriano, que se frota los ojos y no puede dormir pensando en que jugará contra su amado San Lorenzo… “Había soñado con jugar en el Ciclón. ¡Pero enfrentarlo con Viale! Se me juntan los dos amores: el fanatismo que me transmitieron mi viejo y mi abuelo con el club que es mi segunda casa. Desde los tres años que prácticamente vivo ahí”, le cuenta a Olé el pibe de 21 años que ataja, trabaja y estudia.
Borgetto lleva en la zurda el CASLA y en la derecha el escudo de Viale FBC.
-¿Sos muy hincha de San Lorenzo?
-Bastante. Cada vez que me hago un tiempito, voy a la cancha. Tengo un viaje largo, son casi 500 kilómetros. Además tengo el estudio, las prácticas y el trabajo. Pero, por ejemplo, en la Libertadores del año pasado fui a seis de los siete partidos de local.
-¿A la final también?
-Sí, pero no sabés lo que me costó. Ese día, a eso del mediodía, me cayó la ficha de que era algo único. Así que agarré la camioneta y a las cinco horas estaba en Buenos Aires sin entrada.
-¿Y cómo hiciste para lograr entrar?
-Primero me prestaron un carnet y reboté. Después me chamuyé a uno del control y terminé pasando a la popular, je. ¡Fue una locura!
-¿Quiénes son tus ídolos cuervos?
-El Chino Saja. Tengo muy presente cuando atajó los penales en la Mercosur contra el Flamengo. Como siempre me gustó ser arquero, eso me dejó marcado. Y después Romagnoli y Romeo. Si me cruzo al Pipi el día del partido, le voy a agradecer por haber ganado la Copa…
-¿Es verdad que todas tus cosas tienen los colores del Ciclón?
-¡Es cierto! Las paredes de mi pieza son rojas y azules. El velador, el acolchado, el almohadón y hasta el ventilador son azulgrana.
-Ahora en la Copa Argentina, ¿va a ser la primera vez que quieras que caiga San Lorenzo?
-Sí y también supongo que la única, je. Igual lo que yo quiero es que ese día gane Viale, no que pierda San Lorenzo. Sería histórico para el pueblo. Quiero ganar por la gloria, ese sería el mejor premio, más allá de lo económico.
-¿Qué es el fútbol para un jugador de Viale?
-Más que nada una pasión. Yo no juego pensando en vivir de ésto, por más que siempre esté esa ilusión. Yo trabajo en un estudio contable y me formo para contador en Paraná. A veces ni siquiera puedo estar en todos los entrenamientos.
-¿Cómo se le gana al campeón de América?
-La verdad, no sé. Ellos son profesionales, viven del deporte; y nosotros quizás ni nos alimentamos como futbolistas. Lo físico nos puede jugar en contra. Tenemos que estar ordenados, con la cabeza fría pero el corazón caliente. Alianza de Moldes demostró que alguna chance hay… El fútbol es raro.