Alvarado goleó a Chicago a domicilio

NUEVA CHICAGO 1-4 ALVARADO

De principio a fin, Alvarado ganó el duelo de «toritos» en Mataderos. El conjunto marplatense fue inteligente, «Pancho» Martínez ganó el mano a mano táctico con tanta contundencia como indica el 4 a 1 final en el resultado. Nueva Chicago nunca pudo hacer valer su posición en la tabla y la mayor posesión de pelota, porque no tuvo claridad para llegar con juego elaborado, y sufrió con un equipo que cada vez que recuperó salió rápido de contra y que, además, marcó diferencia en las pelotas paradas, para conseguir su segunda victoria como visitante en la temporada, por la 31ra fecha de la Zona A de la Primera Nacional.

El primer tiempo del conjunto marplatense fue de lo mejor de la temporada. Porque se jugó cómo quiso «Pancho» Martínez, Chicago tenía la pelota pero no dañaba y Alvarado estaba firme, agazapado y listo para romper de contra ataque. La visita avisó y el local no hizo caso, cuando en el amanecer la recuperó Fernández, jugó con el pase a Albertengo y terminó rematando sin fuerza desde la medialuna. A los 10′, con la misma fórmula, abrió la cuenta. Esta vez el capitán usó el «guante» que tiene en su pierna izquierda y asistió de manera perfecta a Franco Malagueño que entraba por derecha y anticipó a Monllor para definir y abrir la cuenta.

El tanto descolocó al dueño de casa que fue una sombra del que venía siendo, tenía la pelota pero careció de ideas frente a un equipo concentrado y muy sólido. Vitale, Jaurena y Boasso cumplieron un gran trabajo en mitad de cancha, recuperando mucho y saliendo rápido aprovechando los espacios. Albertengo tuvo una ocasión inmejorable que fue resuelta de gran manera por Monllor y Jaurena dibujó una gran maniobra individual que dilapidó en el último toque, cuando Boasso se iba a ir cara a cara con el arquero y el pase salió hacia atrás. Pero el jugador que regresó de Perú, se recompuso y fue autor intelectual el segundo. En tiempo de descuento, ganó un córner por la derecha y él mismo levantó un centro perfecto para el desmarque de Nicolás Ortiz que definió de primera, de derecha, para dejar inmóvil al arquero y asestar un golpe de nock out camino al vestuario.

Montenegro mostró su enojo ya en el regreso con tres cambios. Y le dio resultado, en principio, porque Matías Bergara empezó a lastimar con su buena pegada desde afuera. El local no podía meterse al área, entonces apostó al remate de media distancia y así llegó al descuento a los 11′, con un zurdazo certero que se colgó del ángulo derecho de Lobelos. Tenía que pasar el sofocón Alvarado y lo hizo con autoridad, se acomodó después del 1-2 y volvió a tomar el control.

Aunque no llegaba, tampoco lo sufría. La defensa y el arquero mostraban solvencia par desactivar los envíos aéreos. Pero Alvarado sabía que lo tenía que liquidar para no sufrir hasta el final y vaya si lo hizo. A los 27′, Boasso hizo una gran maniobra individual, soltó justo para Ihitz que tiró un centro-arco que exigió el manotazo salvador de Monllor para sacar al córner. Y ahí, otra vez la fórmula: ejecución perfecta de Jaurena y anticipo letal de Agustín Irazoque para marcar el 3 a 1. Ese gol terminó el partido, Chicago no tuvo con qué ir y el «torito» marplatense ganó en confianza y tranquilidad, para terminar de liquidarlo con una obra de arte de Malagueño por la derecha, que empezó a dejar hombres en el camino, llegó al fondo y tocó atrás para la llegada de Federico Boasso que redondeó una muy buena actuación con un toque sutil de zurda para el 4 a 2 final.

Un triunfo bárbaro de Alvarado. No sólo por el resultado, sino por el rendimiento, porque fue ante un rival de fuste, que tenía la chance de alcanzar el segundo lugar de la tabla, que perdió uno de los últimos 13 partidos y que hacía 7 que no conocía la derrota, que nunca había caído en Mataderos con este entrenador, y que recibió una paliza del equipo de «Pancho» Martínez que está lejos del Reducido pero, con actuaciones así, se anima a soñar.

Fuente: 0223