Carlos Timoteo Griguol: el adiós a una leyenda del fútbol del interior

Hoy a sus 86 años falleció un referente del fútbol argentino. El histórico director técnico nacido en Las Palmas, Córdoba, se encontraba internado a causa de una afección pulmonar en el Sanatorio Los Arcos, en el barrio de Palermo.

Nació un 4 de septiembre de 1934. Creció en un hogar con amplio jardín delantero que muchas veces se convirtió en una canchita de barrio. Su padre Carlos supo fundar el club “Córdoba” donde empezó a jugar desde muy joven y simultáneamente realizaba tareas campestres. De allí se estima su preocupación por el cuidado del césped y las canchas.

Llegó a Buenos Aires con un sueño por el que trabajó hasta lograrlo: ser jugador de fútbol. Así fue como conoció a Victorio Spinetto y Adolfo Mogilevsky, quienes le brindaron lo necesario para encaminarse hacia lo que buscaba.

Tuvo su debut profesional en Atlanta, en el año 1957 donde logró su primer título como jugador profesional: la Copa Suecia de 1958, lo que a la postre fue el único título del Bohemio en Primera División. Al año siguiente fue parte del seleccionado nacional que conquistó el Campeonato Sudamericano de aquel año.

Posteriormente, en 1966, pasó a formar parte de Rosario Central donde logró destacarse rápidamente, quedándose a entrenar solo luego de cada práctica. Allí estuvo tres años hasta su retiro en 1969. Lejos de alejarse de la disciplina y de la entidad, comenzó a trabajar en las divisiones inferiores del club rosarino, convirtiéndose en un emblema recordado por todos los hinchas.

Ferro Carril Oeste es otro de los clubes que hoy llora su partida y en cuya entidad está presente una estatua suya desde el 10 de octubre de 2016 . Allí, como entrenador, inició la etapa más exitosa de la historia del club. Estuvo desde 1979 hasta 1987 donde consiguió dos campeonatos de AFA, logrando el reconocimiento de muchos jugadores, entre los que se destaca Guillermo Barros Schelotto.

Gimnasia y Esgrima de La Plata también lo recuerda. La entidad lo vio lucirse durante siete años, cumpliendo con tres ciclos y dejando una huella imborrable, tanto es así que en el año 2015, el club inauguró el “Campus Carlos Timoteo Griguol”.

Tecos de Guadalajara, Kimberley, River Plate, Betis y Unión de Santa Fe fueron los otros clubes que supo dirigir. En algunos tuvo un breve paso, como en el club marplatense donde estuvo solo una temporada entre enero y junio del año 1979; pero en otros logró cumplir con las expectativas puestas en él dejando huellas en los clubes y en la memoria de cada simpatizante.

Como entrenador consiguió cinco títulos: tres torneos locales (Rosario Central en 1973, Ferro en 1982 y 1984) y una Copa Interamericana (River en 1987).

“Trabajando siempre, sin perder el ritmo” era una de sus frases célebres. Su preocupación constante era el futuro de los jóvenes. Y así fue como sus intenciones siendo entrenador, fueron plasmadas en hacer del fútbol una escuela de vida. Siempre atento a las necesidades de los clubes, pendiente del estado de las canchas y en constante dedicación a la enseñanza de este deporte en cada uno de sus alumnos que, con valores y humildad logró meterse en sus corazones.

Hasta siempre a un gran docente del fútbol.