El jugador de Newell´s se encuentra cumpliendo su cuarentena en Arequito, de manera virtual nos atendió amablemente para contarnos acerca de sus inicios y proyectos a futuro.
Por Rita Moresco
Es uno más de los tantos que enloquecen por el fútbol, de esos que no imaginan una vida sin este deporte y de los que sueñan en grande.
Tenía apenas tres años cuando le pidió a sus padres que lo lleven a jugar a un club. En ese entonces no había categoría, esperó hasta el año siguiente, fue su padre quien lo acercó y comenzó a jugar con chicos mayores que él. Claro está que no fue un impedimento para dar sus primeros pasos. Era el Club Belgrano de su Arequito natal. Allí tuvo su escuela de fútbol, la que le dio los valores que llevará siempre, lo que significa el compartir, la sana competencia, aprendió sus primeras técnicas, lo que es estar en un campo de juego y cumplir con órdenes de un entrenador.
De allí migró a Talleres de Córdoba, donde jugó un año, allá por el 2016. Posteriormente llegó al «club del parque», de la mano de un profesor de su primer club, «el Chino» Falconesi, de quien guarda sus mejores recuerdos, alguien a quien lleva siempre presente y que indudablemente lo acompañará a donde vaya, en todo momento.
Fue suficiente asistir a una prueba abierta, para asegurar su lugar. «Traté de dar lo mejor que pude», expresó. Al día siguiente fue citado en su categoría porque lo querían ver con el grupo y al cabo de unos días más le confirmarían que llevaría puesta la camiseta rojinegra.
El sistema de juego de su nuevo club no sería el mismo al que estaba acostumbrado, jugaba de enganche pero ahora muestra sus destrezas como extremo delantero por ambas bandas. Para muchos podría ser una dificultad el cambio de posición, pero para Mateo no. No hay dudas, hay pruebas.
Con tan solo 18 años es el autor de golazos, como el que convirtió el año pasado de tiro libre frente a Unión. Fue el protagonista del gran triunfo ante River por 4-0 en el que anotó nada más y nada menos que tres goles. Hizo lo suyo contra Banfield, Boca y hasta el eterno equipo rival: Rosario Central. «El gol a Central fue el que me marcó mas, es nuestro rival y las semanas previas al clásico se vive algo distinto, es algo muy lindo».
Actualmente disputa la 5ta. categoría pero también lo hace en la reserva. Lleva encima el orgullo de formar parte del club en el que desea poder tener su lugar en la primera división y salir campeón.
Admira a Maxi Rodríguez, tiene como referente a Lionel Messi y sueña con vestir la celeste y blanca.
Cumpliendo con su cuarentena en la localidad donde nació, sigue ejercitándose físicamente con indicaciones dadas por el club: «No es lo mismo que entrenar en la cancha pero no nos queda otra, hay que cumplir. Gracias a Dios lo estoy llevando muy bien», afirmó.
¿A quién le agradeces lo que estás logrando?
«A mi familia en primer lugar, que siempre me apoya, me acompaña en todo momento, a mi novia, mis amigos y al «Chino» Falconesi, muy especial para mi, él me trajo hasta acá, estoy muy agradecido con él».