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hace 3 años, el







San Martín demostró que no es pura espuma. Con Luciano Pons encendido, que hizo tres goles y se llevó la pelota a casa, el “Santo” vapuleó 4-1 a domicilio a Quilmes y lo dejó sin invicto. Lo más importante: quedó a tiro del líder Sarmiento de Junín, a solo dos puntos y con un partido menos disputado.
Bajo el resplandor de la luna llena, no solo “Lucho” -con siete tantos, solo superado por Pablo Magnín entre los artilleros del certamen- fue mágico. La alquimia la produjeron entre todos: el equipo fue sólido atrás, solidario en el medio y feroz en ataque.
En la gélida noche del sur del Gran Buenos Aires -siete grados de sensación térmica-, el equipo de Favio Orsi y Sergio Gómez convirtió cuatro goles a un equipo que solo había recibido tres en ocho fechas (y todos de pelota parada), a un rival que lo esperaba agazapado para dirimir en un mano a mano el lugar de escolta de los “Verdes” en la zona B, a un Quilmes que hacía casi un año que no perdía de local.
Está claro que juntos son dinamita. Hace tiempo ya, casi desde el inicio mismo de la Primera Nacional, la dupla técnica del “Santo” encontró su dupla de ataque. Y en el Estadio Centenario de Quilmes, Pons y Gonzalo Rodríguez demostraron que San Martín es muy fuerte arriba.
Fuente: La Gaceta


















