Peteco Carabajal: Fútbol, zamba y chacarera

Interior Futbolero se dio un gusto y mantuvo una entretenida plática con el músico santiagueño Peteco Carabajal, quien habló de su vínculo con Sarmiento de La Banda. Además, contó imperdibles anécdotas relacionadas a su vida allí y el fútbol local. ¡Todo al ritmo de la chacarera!

 

 

Hablar de Peteco Carabajal es hablar de chacarera. Es hablar su característico violín. Es hablar también, sin dudas, de Santiago del Estero. No hay oportunidad en que el artista omita referirse a su lugar en el mundo, particularmente de La Banda. Más allá de todo lo cultural que atañe a la provincia o la localidad, también hay un sector muy especial para el fútbol en ese cajón de recuerdos. Un fútbol que, en sus memorias, toma la forma de Sarmiento de La Banda.

En la familia siempre hubo jugadores ligados al club. Mi viejo, tíos, primos. Mi hermano también, estuvo en la Primera“, mencionó primeramente nuestro protagonista. Sin embargo, no solo representa un mero valor deportivo o anecdótico, ya que el hogar de sus padres unos meses. “La gente del club le dio la cantina a mi viejo para que haga peñas, y tenía la vivienda ahí“, indicó.

La camiseta de la institución lo tentaba. Las pecheras de entrenamiento, no tanto. “Empecé a entrenar con los jugadores, pero poco. Me daba pereza. Tenía 18 años y no me gustaba mucho el entrenamiento, pero si jugar. Cuando se armaba el picado ahí me ponía el técnico“, comentó al respecto. Además, rememoró de manera risueña: “Nos dijeron que nos tiremos al pasto para relajar (después de una durísima rutina), y me terminé quedando dormido“.

La Primera División y La Banda se tocan en un nombre: José “Pepe” Casares. El 2 de Rosario Central, con convocatorias al seleccionado argentino, es un referente para el cantautor. “Pepe Casares ha sido un crack“, desliza de forma amena. Incluso contó la ocasión en que pudo compartir cancha con él en un partido por dinero: “Yo estaba por ahí y me dijo que vaya con su equipo. Se juega por poca plata, pero es como si jugaras por millones de pesos. En un momento hacemos una jugada de toque rápido, me la devuelve para hacer el gol y le erro. Nos venía puteando a todos, y escucho que me dice ‘¡Peteco! ¡Qué bien toca el violín!’“.

 

 

Finalmente, hizo alusión a las tardes en que “El Profe” disputaba encuentros: “Nosotros eramos de ir a la cancha, porque además un tiempo jugó un tío. Él fue una historia importante en el club, porque debutó a los 16, y a los 18 ya le decían maestro“. Además, agregó: “Cuando jugaba Demi (hermano menor de Peteco), mis viejos iban siempre“.

La nota cierra con broche de oro. El anhelo de que un día sus melodías sean entonadas por la hinchada, y una referencia emotiva a la entidad que lleva en el corazón haciendo unos pequeños cambios al estribillo de “Desde el puente carretero”. No se conforme con meras citas textuales, pase y disfrute del video.

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