LINIERS (BB) 1 - 1 INDEPENDIENTE (CH)
Lo perdía desde los 31 minutos del segundo tiempo a través de Diego Romero y logró la igualdad a los 52 minutos del segundo tiempo por intermedio de Marcos Salvaggio.
Atlético Independiente consiguió anoche, en la fría noche de Bahía Blanca, un valioso punto, en un partido que estaba perdiendo 1 a 0 desde los 31 minutos del segundo tiempo, conquista para el equipo local de Diego Romero.
El equipo visitante fue al ataque hasta conseguir LA igualdad, cuando faltaba un minuto para el final del partido, cuando se disputaban 7 minutos adicionados del segundo tiempo, a través de Marcos Salvaggio, para rescatar un empate como visitante en una ciudad siempre complicada para el equipo de Chivilcoy, sea cual fuere el rival de turno.
Un empate que le permite zafar por un punto de quedar en situación de descenso, ya que suma 20 puntos y quedaron en las dos últimas posiciones Liniers de Bahía Blanca y Sportivo Desamparados de San Juan con 19 y 17 puntos respectivamente.
El técnico Alberto Salvaggio metió dos delanteros en cancha, Rodrigo Bernal y Brian Risso Patrón para buscar el empate por Facundo Tumbesi y Matías Nizzo y lo cosniguió en una pelota que le quedó a Marcos Salvaggio en el área, para anotar el agónico empate, que dejó secuelas, ya que hubo tumulto en la salida de la cancha hacia los vestuarios.
FUENTE: Diario La Razón (Chivilcoy)
LINIERS (BB) 1 - 1 INDEPENDIENTE (CH)
El chivo ganaba 1 a 0, pero Independiente se lo empató en el séptimo minuto de descuento. Hubo mucha bronca con el árbitro Alvaro Carranza.
Cuando Liniers ya celebraba el regreso al triunfo, un derechazo de Marcos Salvaggio en el minuto 52 del complemento lo dejó con las manos vacías e Independiente de Chivilcoy se llevó un punto de oro.
La bronca del albinegro estalló contra el árbitro cordobés Alvaro Carranza, quien adicionó 8 minutos, pero --con la complicidad de sus compañeros de cuaterna-- dejó pasar varias agresiones de los jugadores visitante, con y sin pelota.
Sin jugar un gran partido, el chivo cambió su imagen en el segundo tiempo --sobre todo a partir de los cambios-- pero no le alcanzó para retornar a la senda de la victoria porque su adversario aprovechó el único remate al arco en todo el complemento.
Al chivo le costó tomar las riendas del partido ante un rival que estuvo ordenado y que en los primeros 20 minutos se plantó en terreno albinegro.
Incluso, Partal se lució sacando un bombazo de Nizzo que llevaba destino de red contra el palo izquierdo.
Al local le costó encontrar la pelota, estuco demasiado ansioso y abusó del pelotazo para Bulgarelli.
Con otro remate de larga distancia, el visitante avisó. Un zapatazo de Mosqueira se fue por arriba.
Recién después de los 25 minutos, el elenco de Nicolás Ballestero comenzó a ganar metros, con más enjundia que juego.
Al igual que su oponente, también utilizó el disparo de afuera para llevar algo de peligro.
Seba Leguiza casi sorprende a su hermano Mauro con un derechazo de unos 35 metros.
Poco después llegó la doble chance para el chivo. Taverna enganchó y le dio de zurda, Mauro Leguiza la sacó hacia un costado y también respondió ante la arremetida de Lefiñir.
A Liniers no le alcanzó para destrabar un primer tiempo opaco, con poco juego en ambos y que terminó con un cero bien marcado.
En la etapa complementaria, el anfitrión salió con otra decisión y aprovechó el notable repliegue de un adversario que sólo se enfocó en mantener el cero en su arco.
Los cambios tonificaron al dueño de casa, que trató de buscar por todos los caminos comprometer el arco de Leguiza,
Sin embargo, el chivo chocó con el cerrojo defensivo que propuso su adversario y el reloj comenzó a jugarle en contra.
Pero, pasando la media hora, Cerato se filtró con decisión por izquierda, tocó para Sarraute y éste descargó para la llegada de Diego Romero, quien casi desde la media luna sacó un derechazo letal que se coló en el ángulo superior de Leguiza. Ventaja y desahogo albinegro.
Para defender la ventaja y los envíos aéreos del rival, Ballestero mandó a Guardia y Tamalet.
Independiente utilizó sistemáticamente el pelotazo al área para tener alguna chance de paridad.
Claro que el tramo final fue muy controvertido. Y Carranza hizo de las suyas.
El árbitro, con la complicidad de sus compañeros, dejó pasar agresiones de Marcos Salvaggio (patadón a Cerato) y Fedorco (a Barez) para terminar de inclinar la cancha con faltas no sancionadas a los futbolistas del chivo.
Es cierto que la lesión de Diego Romero consumió casi 4 minutos, pero lo del juez fue determinante.
Para colmo, Guardia despejó hacia el medio un envío aéreo, Marcos Salvaggio la empalmó con todo el empeine derecha y la colocó contra el poste derecho de Partal.
No hubo tiempo para más. Sólo para la bronca de todo Liniers, que vio como se le esfumó el éxito de las manos.
Fuente: La Nueva (Bahía Blanca)