Generalmente, en esta sección, solemos hablar de grandes cracks del interior, que por diferentes circunstancias, brillaron en sus clubes de origen, pero nunca salieron al ruedo internacional.
Distinto es el caso de José Eduardo Nehin, que jugando para Sportivo Desamparados, fue capitán y una de las máximas figuras del Seleccionado Nacional en el mundial de 1934, en Italia.
Por Federico Rohr-Interior Futbolero
Nacido en San Juan, un 13 de Octubre de 1905, José Nahin, más conocido como el Turco, brillaba en el Puyutano, junto a sus hermanos Nahún y Pablo, más conocido como Pito, goleador que después pasaría por los dos clubes grandes de La Plata.
Recibió en su casa de San Juan, un telegrama que lo habilitaba para la prueba de jugadores del interior del país, con miras a la cita mundialista que comenzaba el 27 de mayo de ese año. Había llegado a Buenos Aires, producto de los Torneos Nacionales de Selecciones de Ligas, su fama de lateral derecho con proyección y potencia en el remate, lo cual lo hacía un defensor goleador.
La prueba consistía en un enfrentamiento al poderoso Racing Club de Avellaneda, y Nehín entró en el segundo tiempo, donde no solo neutralizó a Enrique García, el Poeta de la Zurda, sino que marcó un gol para el seleccionado, y se ganó la convocatoria.
La selección, formada con mayoría de jugadores del interior, y algunos del ascenso porteño, por la negativa de los equipos profesionales, cayó derrotada por 3-2 ante Suecia.
Nehín, a la vuelta de la Copa del Mundo, fue recibido como un auténtico héroe deportivo en San Juan, y a poco de cumplir 30 años, colgó los botines, dado que consideraba, que no se podía aspirar a nada más en el fútbol, que ser el capitán de su selección en un mundial. Pese a que ofertas de los grandes equipos profesionales de Buenos Aires no faltaban, el estaba orgulloso de haber integrado ese equipo de ¨Chacareros¨ como el mismo solía decir.
Tuvieron que pasar 40 años, para que otro sanjuanino fuese convocado a la selección mayor, fue Oscar Fornari, que jugó el recordado partido con victoria ante Bolivia en La Paz, en la selección conocida como ¨Los Fantasmas¨
Siguió trabajando como tonelero, hasta que falleció a la jóven edad de 52 años. En 1999, fue condecorado en San Juan, como deportista del siglo.