De ganar o empatar su último partido, Talleres de Córdoba se transformará en el club con mayor porcentaje de puntos obtenidos en toda la historia de la B Nacional. El mejor registro corresponde al momento al Estudiantes de La Plata que dirigía la dupla compuesta por Miguel Ángel Russo y Eduardo Manera que en la temporada 94/95 ascendió con puntaje récord. En este informe de Interior Futbolero, un repaso por los equipos más ganadores de la categoría creada en 1986.
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La campaña de Talleres no sólo quedará inmortalizada en la memoria de los hinchas cordobeses por los 12 largos años que tuvieron que esperar para volver a ver a su club en la Primera División del fútbol argentino. Es que con obtener un punto más, los dirigidos por Frank Darío Kudelka establecerán una nueva marca en la B Nacional al tener la posibilidad de transformarse en el equipo más efectivo de la historia de la división, cuya primera edición se disputó entre 1986 y 1987. Hasta la vigésima fecha, la penúltima de este campeonato de transición, la T lleva cosechados el 80 por ciento de los puntos en disputa y está a un paso de quedarse con la mejor marca.
Fue Estudiantes de La Plata, en la temporada 94/95 el que estableció un récord que hasta el momento lleva 21 años sin poder ser superado. En aquella ocasión, el conjunto que era conducido tácticamente por la dupla Russo Manera obtuvo el ascenso cinco fechas antes del final tras vencer a Gimnasia y Tiro en Salta por 1 a 0 con un gol de José Luis Calderón. El Pincha, que había descendido la temporada anterior, tenía un verdadero equipazo que contaba con jóvenes promesas como el mencionado Calderón, Juan Sebastián Verón, Carlos Bossio, Edgardo Prátola, Martín Palermo, y los hermanos Diego y Rubén Capria, entre otros; muchos de ellos terminaron luego por triunfar en los clubes más grandes del país y del exterior, además de jugar para el Seleccionado Argentino. Estudiantes, en una época en que las victorias aún valían dos puntos, finalizó como campeón con 65 puntos tras 42 partidos, lo cual se tradujo en un 77,3 por ciento de efectividad.
Antes que los platenses la marca en la B Nacional era propiedad del Deportivo Armenio, que en la edición estreno de la divisional ascendió con el 73,8 por ciento de los puntos en juego, producto de 62 puntos en 42 encuentros disputados. Los de Maschwitz, que contaban con 35 años de historia en aquel entonces, dieron un verdadero golpe al consagrarse campeones y postergar a equipos históricos del fútbol nacional como Huracán, que acababa de sufrir el primer descenso de su vida, Banfield, Chacarita, Belgrano de Córdoba y Lanús. Luego de un arranque irregular, en el que tras ocho fechas sólo había logrado sacar la mitad de los puntos en disputa, el plantel dirigido por Alberto Parsechian apuntaló su campaña y consiguió un invicto de 34 partidos que lo llevó a obtener el título y el ascenso.
Un par de años más tarde, en la temporada 89/90 Huracán retornaría a la Primera con otra campaña formidable, para así dejar atrás el mal trago de una inédita incursión en la B Nacional que no sería la última. Sin embargo, con una efectividad del 71,4 por ciento de los puntos, el Globo no pudo superar la marca de Armenio, aunque a sus hinchas poco les importó, ya que únicamente pensaban en salir campeones para retornar a la máxima divisional. El año anterior, el ascenso había sido propiedad del Deportivo Mandiyú de Corrientes, dueño de una accidentada historia y de un porcentaje del 69 por ciento que lo colocó en la sexta ubicación de los equipos más eficaces de la B Nacional. Quinta, con un 70,2 por ciento, quedó la campaña del Banfield campeón de la temporada 2000/2001, un campeonato que se jugó dividido en Zona Interior y Zona Metropolitana, donde el Taladro había quedado segundo detrás de Quilmes en esta última. En semifinales enfrentó y eliminó a Instituto de Córdoba, y en la final se volvió a ver las caras con el Cervecero al cual derrotó en ambos partidos de la serie.
Así como estos porcentajes llaman la atención, también lo hacen los de los campeones menos efectivos: Tiro Federal de Rosario (2004/2005), Godoy Cruz (2005/2006) e Instituto de Córdoba (2003/2004), ascendieron a primera tras cosechar poco más de la mitad de los puntos en juego. Claro, en aquellos años se jugaban dos torneos por año que depositaba a sus ganadores en una final por el título. Los tres ganaron el Apertura y luego cumplieron con discretas campañas durante el Clausura, pero en todos los casos supieron despertar a tiempo para ganar las finales y hacerse con su lugar en la Primera División.
Lo que resalta más la temporada de Talleres (y también las mencionadas de Estudiantes y Deportivo Armenio) son las actuaciones que han tenido los equipos más grandes del país que debieron transitar por la B Nacional. River Plate, el club con mayor cantidad de títulos locales, figura en la decimonovena posición en cuanto a efectividad con un porcentaje del 64 por ciento de los puntos obtenidos, producto de las 73 unidades que rescató durante sus 38 participaciones de la temporada 2011/2012. Rosario Central, en la 2012/2013, sacó 74 puntos con lo que totalizó un 64,9 por ciento, la decimosexta mejor producción. Al año siguiente, Independiente de Avellaneda ni siquiera pudo ser campeón y terminó por ascender tras finalizar en la cuarta posición y disputar un desempate con Huracán, tras lo cual terminó por disputar 43 encuentros con un 50,7 por ciento de efectividad.
Otros casos llamativos son los de Unión de Santa Fe en 2014 y Olimpo de Bahía Blanca en 2001. El Tantengue tiene la novena mejor campaña de la historia, pero no fue campeón, ya que aquel torneo, disputado en tan sólo seis meses (como el actual) coincidió con una reestructuración de calendario y plazas que concedió la friolera de diez ascensos a la máxima. Los santafesinos, de todas maneras, fueron el club que más puntos sacó (41, el 68,3 por ciento del total) en aquel torneo cuyo formato eran dos zonas de 11 equipos. Lo de Olimpo fue algo similar: en 2001 se decidió reducir el número de clubes en la B Nacional y se dispuso que la misma se dispute en dos etapas; la primera por el título de campeón enfrentó a todos los equipos entre sí en 24 fechas y la segunda estableció tres zonas de ocho para establecer los descensos y los clasificados a los play off por el segundo ascenso. Olimpo ganó el torneo regular jugado en seis meses con 45 puntos, es decir, un 62,5 por ciento de efectividad.
Campeón a tres fechas del final tras su épica victoria en Floresta ante All Boys, una de las motivaciones de Talleres pasa justamente por dejar una nueva marca en el fútbol de ascenso de la Argentina. Si ganan, los cordobeses habrán obtenido el 81 por ciento de los puntos en disputa, casi el 78 si empatan y 76 si pierden, justo uno por debajo del citado Estudiantes campeón del ‘95. Otro dato curioso que quedará también en los registros es el de la cantidad de partidos jugados, ya que Talleres habrá disputado 21 juegos para llegar a Primera y, junto a los casos mencionados anteriormente de Olimpo (24) y Unión (20), será también uno de los conjuntos con menor recorrido realizado a la máxima categoría.