Ferro de Pico está en un muy buen momento. El mejor desde hace bastante tiempo. Puntea en su grupo de la Reválida en el Federal A y en el torneo local viene con una racha de triunfos envidiable.
Por La Reforma.
Y, dentro de este presente elogiable, hay en lo individual puntos muy altos de rendimiento, como es el caso de Emanuel ‘Huevo’ Hermida.
Se percibe un afecto mutuo entre el jugador y el hincha, que está reservado para unos pocos. Y eso hace que ‘Buli’ le confíe la titularidad. Y si no es así, desde la tribuna baja rápidamente el pedido: ¡Ponelo al ‘Huevo’…! y allí aparece ese puntero desequilibrante por las bandas
Cuando uno le transmite esa observación, como lo hicimos en una linda charla que tuvimos ayer en el ‘Coloso’, él agacha la cabeza o te mira de reojo, como dudando que se lo estemos diciendo enserio o se trate de una broma, como a él le gusta hacer a sus compañeros o al que le plantee ese juego.
El ‘Huevo’ transmite desde su hablar hasta su juego, lo que él ‘mamó’ futbolísticamente desde el principio: El Potrero.
“No, nunca hice inferiores en un club -sorprendió al cronista con esa respuesta-, sólo me formé jugando en el barrio, donde había un club, que es conocido en Rosario, ‘El Torito’, sobre los que se ha filmado o escrito, porque de ahí también salió Di María y Nery Domínguez, que juega actualmente en Rosario Central. Pero nada en serio”.
Sinceramente cuesta creerle, que no haya encontrado los fundamentos futbolísticos en un club con estructura futbolística. Más que todo si uno hoy lo ve pisar el ‘Coloso’ atacar defensas, transformarse en una ‘pesadilla’ para su marcador y llegar con mucha capacidad al gol o a la asistencia para que alguno lo haga.
“Si me pongo a pensar, tal vez sea este el mejor momento de mi carrera. Porque me siento bien, con experiencia en el fútbol de alta competencia. Pero más que todo porque recibo a diario mucho afecto, como nunca lo sentí antes”, remarcó el delantero.
Al volver con las preguntas a ese comienzo desconocido por muchos, ‘Huevo’ confirmó que “yo jugaba en el club del barrio y ya estaba pensando en dejar de hacerlo, porque tenía 20 años y no daba para más”.
“No sé qué iba a hacer después, porque no la tenía muy clara. Pero en ese momento apareció el hermano de Macherano y me ofreció venir a Ferro de Alvear. Yo recuerdo que lo miré y le dije: ‘¿a dónde..?!!!’. Algo que seguramente le pasó a muchos que no conocen nada del país y te ofrecen irte de una ciudad grande como Rosario pasar a un lugar muy diferente, mucho más lindo”, comentó.
“Lo cierto es que Macherano me convenció, pero antes lo convenció a él mi abuela, que no quería que dejara de jugar. Así que entre los dos me trajeron a Ferro de Alvear, en un momento donde el club estaba bárbaro, ganando todo”, recordó Hermida.
Su voz tomó otro tono, cuando recordó lo hecho por su abuela. “Siempre fue mi hincha número uno y por suerte le hice caso cuando me insistió para que le haga caso a Macherano”.
Su abuela, se llama Norma y tiene un pequeño negocio en Rosario. “Nunca vino a verme jugar a La Pampa -recordó con emoción- porque no quiere dejar el negocio, pero siempre está muy atenta a lo que me pasa y se pone contenta cuando me va bien”, aseguró.
Lo cierto es que en este camino, Emanuel recordó también que fueron “muy lindos los dos años vividos en Alvear, en la pensión, porque nunca había vivido así, ya como un futbolista en serio”.
“Pero después me volví a Rosario y de nuevo con la idea de dejar de jugar. Ya no era tan pibe en ese momento pero iba camino a la vagancia, a quedarme en el barrio, pero sin saber qué hacer. Pero en ese interín -aclaró- me llamó ‘Pili’ Mangó para que viniera a Ferro de Pico. Y ahí otra vez la abuela insistiéndome para que no dejara, que quería que jugara, y así volví a La Pampa, pero esta vez ya para empezar esta gran relación de afecto que tengo con Ferro de Pico”.
“Es cierto que me fui a Estudiantil, después a San Jorge -acotó- pero cuando pude o me dejaron, me volvió a Ferro donde siento que es mi casa futbolística, es el club que tal vez no tuve cuando era pibe”, enfatizó el delantero.
“Es cierto que a esta altura uno toma el fútbol como un trabajo, donde lo económico pesa mucho porque uno quiere progresar en ese sentido. Pero yo trato de mantener siempre la pasión por jugar, como lo hacía en el barrio, en Rosario, más allá de que tuve que entender en todo este proceso que este es mi medio de vida, que en el juego no hay que ser tan individualista y aprender a ‘leer’ los partidos para colaborar con el equipo”, aseguró.
“Además -insistió sobre su presente- porque uno tiene compañeros de calidad, de jerarquía, como ‘Seba’ Merlo que potencia a cualquiera que pueda jugar a su lado”.
Al consultarlo, si más allá de lo bien que puede estar en la entidad del barrio Talleres, qué pasaría si surge una chance de pasar a otro club superior en cuanto a nivel competitivo, Hermida volvió a mirar como sorprendido en cuanto a que eso pueda pasar, pero igual admitió que ‘son cosas que no se pueden desaprovechar’.
“Por ahí me dicen que alguien vino a verme jugar o que de tal club me estarían queriendo para otra temporada. A mí no digo que no me gusta que eso pase, pero sinceramente yo me siento de Ferro y como el hincha, tengo en mi cabeza el entusiasmo que da este momento, donde queremos luchar en los dos frentes y avanzar todo lo que se pueda”, repitió.
“Mejor que acá no voy a estar en ningún lado -remarcó en el terreno afectivo- pero claro que si se llegara a dar alguna posibilidad de la que se pueden hablar o imaginar, uno tiene que aprovecharla…”, finalizó.