Fernando Fernández, capitán y símbolo de Deportivo Roca, y la evolución natural del equipo de Landeiro, que junto a Belgrano de Santa Rosa es puntero de la zona 1 del Federal A luego de ganar dos partidos que para el Naranja fueron especiales.
Por Walter Rodríguez (Diario Río Negro).
Cuando un mismo plantel ve rodar el calendario por un par de temporadas, y cuando arranca la tercera en el vestuario son sólo caras conocidas, salvo un par de excepciones, ese equipo ya transita la evolución natural de aquel que ya no se conforma con poco. El jugar de memoria, saber cuándo picar al vacío o dar el rodeo, cuándo ir al primer palo o al segundo, sólo lo da ese trabajo colectivo que suelen construir los proyectos a largo plazo.
«Si bien hay que ser prudentes y el discurso de todos los equipos es decir que se armaron para no perder la categoría, la realidad es que todos queremos ganar. Eso es lo que propusimos nosotros en los dos primeros partidos, y lo hicimos», reafirma Fernando Fernández, el capitán de Deportivo Roca, autor del gol de penal con que el Naranja venció a Alvarado, en Mar del Plata.
–¿Ganarle sucesivamente en las dos primeras fechas a Cipolletti y a Alvarado es parte de ese proceso de maduración como equipo?
–Vamos por el tercer torneo juntos y por decantación uno siempre va a terminar peleando. A esta altura es distinto, porque hay un salto de categoría. La temporada pasada fue para acumular experiencia en el Federal A, se hizo un buen torneo y obviamente este año se quiere apuntar a más, sentimos que podemos ir por más. Hay que ser cauto, pero insisto: sabemos que tenemos con qué para intentar ganar todos los partidos. Si se mantiene una idea, un mismo cuerpo técnico y se conserva el 95% del plantel, vas a pelear cosas importantes. Más allá de querer ganar (todos quieren eso) hay que tener virtudes para hacerlo. Creo que nosotros tenemos principalmente un gran grupo. Hay mucha calidad humana en este plantel y es lo que hace que al afrontar momentos duros estemos más unidos que nunca.
–La unión y el corazón parecen ser el gran motor de este equipo. ¿Cuáles serían las principales virtudes futbolísticas?
–Creo que lo más importante es que conocemos nuestras limitaciones. Para aspirar a ser un gran equipo, creo que eso hay que tenerlo claro: saber para qué está cada uno dentro de una estructura grupal. Nosotros también tenemos buenas individualidades que hacen la diferencia. El domingo, ‘Facu’ Crespo sobre el final salvó al equipo con tres atajadas fenomenales, y eso es fundamental. Cuando necesitás de ciertos puntos altos, los tenés. Si hacés un uno por uno en el equipo, son todos jugadores de gran nivel.
Para Fernández, como para todo Deportivo Roca, Alvarado no es indiferente. Dejó sin ascenso al Naranja al ganarle la final 2010/11 por penales, después de un polémico partido en el Maiolino. En aquella definición, el volante no pudo convertir el suyo, y en el partido de ida jugado en el Minella tuvo una chance para liquidarlo cuando Roca lo ganaba 2-1. Esta vez no era una final, pero en sus pies el domingo estuvo la responsabilidad de que el Depo se traiga el premio mayor desde Márdel.
–Antes de patear el penal, ¿recordaste algo de aquella serie?
–Cuando estás fuera del partido, recordás cosas. Pero ahí, en ese momento, la verdad que no. En la semana con el Pipi Germi bromeábamos sobre quién patearía en el caso de que hubiera uno. Cuando cobraron, yo llegué al punto penal y Germi agarró la pelota. No me moví de ahí y me la tuvo que dar… (risas). En el momento de patear, lo primero que hice fue mirar esa cabecera popular colmada de gente y pensar en lo lindo que es tener la chance de marcar un gol ante tanto público, a pesar de que todos me silbaban y me insultaban. Puse la mente en blanco, admiré todo ese marco de público y supuse de que el árbitro ya había dado la orden cuando lo vi bajar el brazo. Es que la verdad no se escuchaba nada.
–¿Cuál victoria se festejó más: ante Cipolletti o contra Alvarado?
–Con Cipolletti siempre es especial, pero ganar en un estadio como el Minella ante un rival que seguramente va a pelear arriba, también es importante. Pero como me decía el Chengue (Morán): podremos ganar y perder miles de partidos, pero nunca vamos a festejar un triunfo como aquel ante Cipolletti en la Visera el año pasado (1-0). Ese partido nos marcó como equipo.
Foto: Diario Río Negro.
