Muy verde. Ante Ferro, el Instituto de Miliki Jiménez no pudo ganar. No encontró caminos para romper la paridad ante el equipo de Caballito. Que la primavera le llegue cuanto antes y madure.
Hoy no vamos a hablar de Ferro ni de los fantasmas del pasado, ni de los ascensos frustrados contra el equipo de Caballito. No hay razón alguna para eso. Anoche, en Alta Córdoba, todo lo bueno y todo lo malo del partido lo hizo Instituto. El resultado, ese incoloro 1-1, es la clara señal de que este Instituto de Miliki Jiménez modelo 2014 aún está verde. Muy verde. Ojalá le llegue la primavera cuanto antes.
La realidad del club albirrojo es que aún no pudo ganar en el inicio del campeonato, con tres empates y una derrota. Anoche, apenas alcanzó a salvar la ropa en un final a puro pelotazos y en un cierre de juego en el que quedó en claro que no le sobran las ideas. Si el propio director técnico aún no tiene en claro cuál es el sistema (usó uno diferente en cada tiempo).
La visión es que esta B Nacional está comenzando pero también es cierto que ya han pasado cuatro fechas y los tiempos se empiezan acortar. El Instituto que se vio ayer, en el cual su formación inicial tuvo cinco jugadores propios (Schmitd, Correa, Antonio, Endrizzi y Bernardi), no tiene demasiado más que eso. Es un plantel corto y el técnico, la dirigencia y los hinchas lo saben.
Se vendrán los partidos ante Douglas Haig (en Pergamino miércoles a las 19) y Boca Unidos (el domingo que viene en Alta Córdoba) y allí la urgencia por los tres puntos crecerá al mismo tiempo que la impaciencia de la hinchada, la cual anoche en el Monumental mostró los primeros brotes. Esto es el Instituto que hay, remendado, atado con alambre, en un club en plena crisis institucional. Deberá encontrar una respuesta pronto para que, con lo poco que hay, pueda hacer mucho. Y, sí, que la primavera le llegue. Pero ya.
Fuente: www.diaadia.com.ar