JUVENTUD UNIDA (Gualeguaychú) 1-0 GUARANÍ ANTONIO FRANCO (Misiones)
Había que ganar o ganar. No quedaba otra. Y así lo entendió Juventud Unida desde el primer segundo de juego. Los dirigidos por Norberto Acosta mostraron actitud y, si bien no lucieron, fueron justos ganadores. Neri Bandiera coronó su gran actuación con el único gol del encuentro. Enzo Bruno se fue expulsado en Guaraní Antonio Franco.
No importaba más que el resultado. Juventud tenía que sumar de a tres para escaparle a la zona caliente del descenso en la que había caído después de tres derrotas consecutivas. Pero al resultado había que ayudarlo. Actitud, orden y oportunismo. En ese orden, fueron los factores que le dieron la victoria y los tres puntos al Decano de Gualeguaychú.
Aunque a esa pócima habría que agregarle el factor Bandiera. Una vez más, el rosarino fue el mejor entre los suyos y para colmo metió el gol que significó la victoria que cortó la odiosa racha de tres derrotas al hilo y prácticamente salva a Juventud en la lucha por la permanencia en la categoría.
Desde el arranque, fue Juventud el que intentó jugar en el campo rival. Los primeros 10 minutos mostraron al equipo de Acosta imponiendo su juego. Con un Neri Bandiera intratable y con un buen trabajo sobre los laterales, el Decano provocó las primeras jugadas de peligro para el arco de Consentino.
Bien Medina por izquierda. El lateral está totalmente afianzado en ese sector, que tanto le ha costado a Juventud. Un centro del zurdo no pudo ser conectado ni por Zampedri ni por Fornillo. Del otro lado, era e propio Fornillo o alguna escalada de Vocos la que terminaba en centro, pero las dos más claras le quedaron a Piaggio y el volante mostró que la definición no es su fuerte. En la primera ser resvaló, en la segunda se quedó sorpresivamente parado cuando tenía el arco misionero a su disposición.
Después del primer cuarto de hora, el partido se fue mutando de vibrante a desordenado y mediocre. Guaraní ganó terreno y, como pudo, generó un par de llegadas peligrosas. En la primera, Gonzalo Rodríguez la sacó en la línea; en la segunda, la pelota le quedó atrás a Narese cuando estaba pronto a definir.
Ninguno de los dos regalaba nada. El Chino Benítez, Luciano Leguizamón y Sergio Sagarzazú eran los más claros en el equipo de Humberto Succarelli. En el local, Diego Barrado y Gonzalo Rodríguez se multiplicaban en la mitad de la cancha.
Antes del cierre de la primera mitad, Zampedri ganó bien la posición en el área y metió una media vuelta que se fue apenas desviada. Pero el partido no era bueno y el punto no conformaba a Juventud.
Sobre los 46’ Barrado habilitó a Bandiera, que luego de guapeársela al colombiano Mosquera (de gran contextura física y 1,83 metros) y ganarle la posición, la tocó ante la salida de Consentino que nada pudo hacer.
El optimismo del rosarino contagiaba a Juventud y le daba el 1 a 0 sobre el cierre de los primeros 45 minutos. El estadio explotó en un grito de desahogo por los puntos perdidos.
En el complemento, las cosas no cambiaron demasiado. Lógicamente, los misioneros adelantaron las líneas y volvieron a tener algunas claras para llegar al empate. Pero no, después de tantas malas juntas, ésta sí era la tarde de Juventud.
El equipo de Acosta aguantó bien la diferencia y hasta pudo ganarlo con alguna llegada de Zampedri, que encontró bien parado a Consentino, y otra de Piaggio, que entrando al área chica la tiró a fuera.
El pitazo final de Paulo Vigliano –que le mostró la roja a Enzo Bruno por un codazo en el rostro de Claudio Pombo-, después de cuatro interminables minutos de adición, hizo reventar a toda la cancha. Juventud volvió a ganar después de tres fechas, llegó a los 50 puntos y está prácticamente salvado del descenso.
Línea x Línea
Aunque le llegaron poco y no fue determinante como en otros partidos, el trabajo de Martín Perelman fue importante. Salió bien a cortar centros, no tuvo fallas.
Sin demasiadas sutilezas, Paolo Impini –fue de entrada porque Ricardo Villalba tiene una contractura en el isquiotibial izquierdo- y Matías Marchesini sacaron todo de arriba y de abajo. Por izquierda, Jonathan Medina ratificó su buen momento; por derecha, Daian Vocos marcó bien abajo, pero perdió pelotas importantes en el medio.
En el medio campo, el más claro fue Diego Armando Barrado. Gonzalo Rodríguez estuvo demasiado impreciso por momentos, pero marcó y corrió todas. Por afuera, Cristian Fornillo y Rubén Piaggio alternaron buenas y malas.
Arriba, a Zampedri le llegó poco la pelota y las que tuvo no las pudo definir. Bandiera, el mejor de todos.