El arquero de Unión de Villa Krause se mostró confiado en el equipo y reforzó su afirmación con la unión del grupo. El portero no es tribunero y siempre responde porque es hincha del Azul.
Hombre del club. Nacido en la cantera de Unión de Villa Krause, Pablo Lucero es un silencioso laburante del club. No lo acosan los micrófonos ni las cámaras, pero sigue adelante con la premisa de defender el arco del equipo de sus amores.
Al verlo, cualquier delantero se imagina que todo es más fácil, sin embargo Pablo demuestra que su arco tiene un cerrojo muy seguro. Frente a Maipú la ovación se la llevó el Luto Molina. Él se fue en silencio pero con la conciencia tranquila que su deber estaba hecho.
“A mi me gusta no tener actividad, pero cuando se da quiero estar bien para responderle al equipo. Me toca a mi ser el último de la línea y por eso debo no cometer errores. Los que tengo delante mío son verdaderos leones que me defienden y me ayudan. Por suerte las que me tocó intervenir las pude sacar” contó Pablo Lucero, desde 25 de Mayo donde se fue ayer para pasar con su familia un día de descanso.
El arquero de Unión de Villa Krause resultó determinante con su actuación para el resultado final del partido. Tuvo en el segundo tiempo tres intervenciones claves. Un mano a mano con Gigena, y dos excelentes atajadas al Pamperito Coria. Precisamente con este último tuvo un ida y vuelta en la jugada del penal que remató Coria y fue gol. “Son diálogos que quedan en la cancha, pero que no pasan mas allá de eso. Me reía con lo que me decía y me sorprendió en el final del partido, porque lo fui a saludar y me lo negó. Son cosas que pasan, yo tengo la conciencia tranquila y salí con la frente en alto”, remarcó el portero Azul.
En referencias a diálogos, para Lucero como para muchos de los integrantes del plantel fue un partido importante por muchas cosas, pero entre ellas porque en el equipo de enfrente había un jugador que no se fue bien de Unión: Edgardo Diaz. “Cada persona sabe como está su conciencia. Yo tengo mi conciencia tranquila, siempre entregué todo por Unión, deje mi vida en la cancha y lloré mucho por no conseguir el ascenso en cancha como lo merecíamos contra Atlético Paraná. En lo personal tuve una diferencia enorme con él, no se portó bien conmigo, pero para mi es parte del pasado. Dios ve todo y yo estoy muy tranquilo” confesó Pablo con total sinceridad y mucho dolor en sus palabras.
Si bien Unión hoy está antepenúltimo, la clasificación a la próxima instancia no está lejos porque el tercero que es Juventud Unida está a 4 puntos, casualmente el próximo rival. “Sabemos que no es imposible clasificar. Todavía depende de nosotros y creemos firmemente que lo podemos conseguir. Nadie dijo que es fácil pero los tres partidos que vienen son determinantes. Si logramos mantener el nivel con el que jugamos ante Maipú tenemos muchas chances de lograrlo”, señaló el dueño del arco Azul.
Pablo Lucero no recibirá ovaciones, no es mediático ni tribunero. Él simplemente quiere la camiseta porque la usó desde chiquitito, cuando jugaba en la novena. No le importa la categoría, si es Unión defiende la camiseta como lo hizo en la cancha de Colón por el torneo local y cuando nadie quiso atajar. Pablo, si lo hizo y allí demostró su grandeza. Gestos. Acciones. Virtudes que habitualmente no son reconocidas, algo que poco le importa porque mientras sienta el cariño de su gente y Unión gané estará todo bien para el arquero hincha de Unión: Pablo Lucero.
LA DEDICATORIA
El triunfo del domingo de Unión ante Maipú fue especial para Pablo Lucero y lo dejó traslucir en sus palabras. “Fue una semana muy difícil por algunas decepciones que tuve y por problemas que tuve sortear, por eso el triunfo se lo dedicó a mi señora Florencia, a mi viejo Roberto, a mis suegros Lili y José Luis y a mi abuelo Tito”.
Fuente: El Zonda
