El conjunto de Juan Pablo Pumpido tuvo mal arranque de los dos tiempos y Atlanta no lo desaprovechó. En el complemento justificó y lo ganó 2 a 1.
Cuando las cosas no pasan una vez, sino más, la preocupación es mayor. A Alvarado le pasó hace cuatro días en Mendoza que entró dormido y a los 7′ estaba 2 a 0 abajo. Después reaccionó. Este jueves, en el Minella, con Atlanta, fue más grave. Porque le pasó en los dos tiempos. Salió desatento al primer tiempo y antes de los 10′ perdía 1 a 0. Lo buscó, encontró el empate antes de irse al descanso pero al regreso otra vez se quedó y nuevamente tuvo que remar de atrás. Pero esa “remada” fue sin fuerzas, con más ganas que juego, no tuvo argumentos para ir por la igualdad y terminó cayendo bien por 2 a 1 frente al “bohemio” que dejó una muy buena imagen en el José María Minella y justificó el resultado. Párrafo aparte para un muy mal arbitraje de Ramírez.
Si fuera algo ocasional, se podría argumentar que el cambio de último momento de Cristian Canuhé por González, que sufrió una molestia en el calentamiento podría haber tenido que ver. Pero la realidad, es que esas desatenciones se repiten de otros partidos, necesita un golpe para reaccionar, y es una cosa que Alvarado debe corregir porque no se lo perdonan. Apenas habían pasado 20 segundos cuando el área de Degrá corrió peligro y la pelota terminó en el córner. Presión alta sobre una salida insegura del local y ataque rápido por las bandas, con Mazzantti que rápidamente demostró que iba a ser un problema para Oliva. En la primera avisó, cruzó la diagonal a espaldas de los centrales, recibió de Ochoa, dejó en el camino a Degrá y pateó sin fuerza permitiendo que Quiles la saque sobre la línea. En la siguiente, no la dejó pasar. El lateral izquierdo se confió, el “7 bravo” se elevó atrás del marplatense y cabeceó de pique al piso para el 1 a 0.
El cachetazo despertó al “Torito” que salió embravecido por el empate. Peleó las dividas, luchó y se llevó por delante a un “bohemio” que se sorprendió. El conjunto de Pumpido era una tromba, ganaba en los costados y faltaba el último toque en los centros-pases que caían al área de Juan Francisco Rago que se hizo enorme para tapar un mano a mano a Bracamonte. Lo bueno que tenían los laterales de Atlanta a la hora de atacar, no lo mostraban en la faceta defensiva ya que perdían contra los extremos marplatenses. De casualidad, cuando no habían avanzado más después del gol, luego de un córner tuvo una contra letal el equipo de Orfila que, por buscar un toque más, la desperdició. Y lo pagó. Porque a la vuelta, a los 40′, Giordana asistió a Bracamonte que fue inteligente, punteó ante la barrida de Flores y ante el mínimo roce se dejó caer para que Ramírez compre y Germán Rivero lo cambie por gol con un derechazo fuerte, a la izquierda del arquero que esperó hasta último momento. Si bien acertó, a esa altura el arbitraje ya era decididamente malo.
Al regreso del vestuario, otra vez fue más intenso Atlanta, con menos profundidad pero con el mismo dominio de la etapa inicial. Y otra vez facturó antes de los 10′, cuando Flores hizo una jugada de “wing” en ataque, enloqueció a Oliva, tocó atrás para Ochoa Giménez que desde buena posición prefirió un pase más para Pedrozo, Giordana que retrocedió a marcar se la llevó por delante y se la sirvió al “11” que sacó un derechazo inolvidable que se colgó del ángulo izquierdo de Degrá que había quedado muy recostado sobre su derecha.
El “Torito” intentó hacer lo mismo que en la etapa inicial pero ya no era lo mismo. Porque no tenía la misma energía, porque se fue yendo del partido ante los fallos de Ramírez que los llenó de tarjeta y dejó pasar la segunda amarilla de Previtali (Orfila se avivó y lo sacó). El juego se “picó”, al árbitro se le escapó de las manos y el local se dedicó más a pelearlo que a jugar y no le sirvió. Porque Giordana puso la “patita” demás luego de un rebote de Rago y ahí sí el árbitro estuvo severo y lo mandó a las duchas para oscurecer más el panorama de Alvarado. Que si estuvo con esperanzas hasta el final, fue porque Atlanta no lo definió, abusó de un toque más en los últimos metros y le mantuvo viva la ilusión. Degrá dos veces evitó el tercero y Talpone tiró por arriba un rebote. Un cabezazo de Oliva que Ledesma no alcanzó a empujar de palomita fue lo único de un Alvarado que volvió a perder de local. Que cayó en tres de cuatro en el Minella, que peca de “dormido” en los arranques y, a veces, los intentos de remontada no son suficientes.
Síntesis
Alvarado (1): Matías Degrá; Santiago Zurbriggen, Gabriel Fernández, Martín Quiles y Maximiliano Oliva; Pablo Ledesma, Leandro Teijo, Cristian Canuhé y Walter Bracamonte; Santiago Giordana y Germán Rivero. DT: Juan Pablo Pumpido.
Cambios: ST 18′ Gonzalo Lucero por Teijo, 25′ Patricio Vidal por Bracamonte y 41′ Gaspar Gentile por Canuhé.
Atlanta (2): Juan Francisco Rago; Leonardo Flores, Nicolás Caro Torres, Nahuel Tecilla y Axel Ochoa; Jorge Valdez Chamorro, Nicolás Previtali y Joaquín Ochoa Giménez; Walter Mazzantti, Luis López y Fabricio Pedrozo. DT: Alejandro Orfila.
Cambios: ST 13′ Rodrigo De Ciancio por Previtali y Nicolás Talpone por Valdez Chamorro, 42′ Marcos Astina por Mazzantti.
Goles: PT 13′ Mazzanti (At) y 40′ Rivero, de penal (Al); ST 7′ Pedrozo (At).
Incidencias: ST 28’ expulsado Giordana (Al).
Estadio: “José María Minella”.
Árbitro: Maximiliano Ramírez.
Fuente: 0223 (Mar del Plata)