Que de la mano de Gaspar Servio…

El arquero premium que tiene Independiente Rivadavia le abrió las puertas de su casa a Interior Futbolero. Una entrevista sin cassette para conocer a la persona que hay detrás del jugador que partido a partido se ganó el corazón de los hinchas de la Lepra.

twitterPor Octavio Petrich Rad (Corresponsal IF desde Mendoza)

Detrás de un arquero de notables cualidades técnicas se esconde una persona afable y educada, de pocas palabras. Sin dudas que Gaspar Servio ha logrado despertar un particular entusiasmo en los simpatizantes de Independiente Rivadavia. Los fanáticos lo divinizan. Porque sienten que reavivó un feeling que desde hace largo tiempo (Vivaldo, Cordone, Gómez) ningún otro jugador había logrado provocar. En la cultura futbolera se glorifica la figura del jugador-hincha, es decir, de aquel futbolista que tiene un plus actitudinal, que juega tal como lo haría un aficionado. Y en ese sentido, Gaspar Servio manifiesta que a base del cariño de la gente y una actuación deportiva sobresaliente ha podido crecer como deportista y persona.

“Desde que llegué a Independiente, el mensaje del hincha fue hacerme saber de la importancia que tiene en Mendoza el clásico ante Gimnasia. Para un jugador, vivir la previa y el folklore de un partido tan especial como ese, es realmente algo muy lindo. Haber ganado tanto en la cancha de ellos como en la nuestra y haberle dado semejante alegría a la hinchada me hace inmensamente feliz”, confiesa Servio al ser consultado por las sensaciones de haberse adueñado de los dos partidos en el campeonato ante el Lobo, su histórico rival.

Gaspar Servio debutó en la primera de Banfield sustituyendo al arquero titular Enrique Bologna, quien debió retirarse lesionado. Ese día atajó dos penales, una marca que quedará inmortalizada en su joven y ascendente carrera. Sin embargo, por las emociones que le hizo sentir, Servio considera que el más importante de los partidos que le ha tocado afrontar, lo hizo en defensa de la camiseta de Independiente Rivadavia: El primer clásico, en cancha de Gimnasia, fue el partido más importante que jugué, ya que fue el que más me marcó con la gente. Desde ese día empecé a recibir el apego por parte de los hinchas. Siento que la gente me aceptó por la personalidad que tengo y creo que se sienten identificados conmigo”.

gaspar servio 2

“Independiente es el equipo más popular de Mendoza, tiene una cantidad de hinchas incalculable. Constantemente la gente me saluda por las calles. Y te puedo contar anécdotas de mi paso por Mendoza, donde me han sucedido cosas que pensé que no eran reales; como cuando me llamó un hincha para invitarme a entrenar en su gimnasio, un dentista leproso para ofrecerme que vaya a su consultorio cuando quiera, un peluquero fanático me dijo que por favor lo visite cuando quiera cortarme el pelo y el dueño de un restaurante me dijo que seré bienvenido para ir a comer cuando guste”, ejemplifica, reconfortado, acerca del reconocimiento de los hinchas por su trabajo en el arco Azul.

“En esta ciudad estoy muy cómodo y el afecto de la gente me anima. A pesar de los problemas que hay en el club, me las ingenié para quedarme y de pronto eso los hinchas lo han valorado. Soy un agradecido de la gente, si no fuera por ellos no estaría jugando”, agrega el “1”.

Servio hace referencia también a las tormentosas situaciones que atraviesa Independiente en la presente temporada: “Es difícil para cualquier jugador salir a la cancha sabiendo que tal vez no lleve plata a la casa. Hemos vivido momentos de alegrías –que en el fútbol siempre duran poco- y tristezas, pero cuando tuvo que aparecer la fortaleza del grupo sin dudas que ahí estuvo. En el plantel hay muchos jóvenes surgidos de las inferiores del club y entre todos hay buena onda. Siempre charlamos y hacemos bromas por nuestro grupo de Whatsapp. Verdaderamente nos llevamos muy bien”.

“Hemos tenido una campaña irregular pero por todas las adversidades que atravesamos creo que el balance es positivo. También soy un agradecido al cuerpo técnico, más allá de que tenemos pensamientos muy distintos hemos convivido de la mejor forma”, sintetiza.

Asimismo, el arquero fue consultado acerca de las elecciones que se avecinan en AFA. Si bien prefirió no alzar bandera, ya sea por la candidatura de Luis Segura o Marcelo Tinelli, pronunció: “Aunque generalmente no me meto en esas cosas, considero que todos los que de algún modo somos parte del fútbol tenemos que hacer una autocrítica. De pronto percibo que en los estadios se vive un clima similar a lo que día a día sucede en la sociedad, todos critican y no hay tolerancia. En conjunto tenemos que cambiar el fútbol, que hoy está viviendo una revolución muy grande”.

Algo personal

Gaspar tiene 23 años y nació el 9 de marzo de 1992. Es oriundo de General Arenales, Provincia de Buenos Aires, donde realizó sus estudios en la escuela nro.1 José Fonrouge, de esa localidad. Hasta los 10 años, jugó como delantero en el Arenales Fútbol Club pero lo expulsaban frecuentemente porque no toleraba perder. Entonces tuvo que cambiar de posición y así encontró su lugar en el mundo: el arco.

Su padre, Sergio Servio, es contratista rural. En tanto que su mamá, María Isabel Damiani es maestra. Además, la familia Servio está compuesta por los hermanos Blas, bancario de 25 años y Delfina, estudiante de 11 años.

La otra cara de Serviogaspar servio 1

-Si no te hubieses dedicado al fútbol profesional, ¿qué serías ahora?

-Profesor de educación física.

-¿Algo difícil que hayas tenido que superar?

-Irme de casa cuando tenía 13 años. Fue algo que sufrí muchísimo, pero gracias a mi familia y amigos pude sobreponerme a esa situación.

-¿Cuántos amigos tenés?

-En Arenales, ocho. Y en Buenos Aires siempre cuento con Lisandro Álvarez, una de las personas que más me ayudó en este ambiente.

-¿Música o artista preferido?

-Me gusta Damián Córdoba. Y también sé los cantitos de la hinchada de la Lepra. La verdad que mientras estás jugando se escucha el aliento de la gente, por momentos es ensordecedor. Te vas aprendiendo las canciones y hasta por ahí sin darme cuenta las ando cantando.

-¿Tenés apodo?

-En mi pueblo me dicen “Loco”.

-¿Y religión?

-Soy católico.

Servio de entrecasa

Distendido, Gaspar Servio cuenta cómo es su perfil. Una charla íntima para conocer el otro costado de una de las figuras del torneo de la B Nacional.

“Soy un pibe de pueblo. En mi tiempo libre me gusta estar tranquilo, por ahí salgo a tomar unos mates con mi novia. También tengo un grupo de amigos con quienes nos juntamos a comer asados, pero yo no soy el asador”, detalla, a modo de radiografía de su día a día.

En su relato también hay un lugar para la persona que siempre lo acompaña: «Convivo con mi novia (Sofía Armani), mi compañera de vida, es quien me banca cuando nos toca perder y llego a casa mal agestado. Cuando está en Mendoza va a la cancha y sufre por si me mando alguna cagada (risas)”.

Y luego insiste con que no se banca perder: “Sofía ha soportado que llegue a casa y patee y rompa cosas, y hasta ha tenido que consolar mi llanto después de alguna derrota”.

“Ojalá algún día pueda armarme de coraje para patear un tiro libre. Lo he pensado, el tema es que por ahí hay un rebote para el rival y dejo mi arco desprotegido. Pero bueno, ya me voy a animar…”, confiesa.

-¿Tenés alguna opinión formada acerca de la política?

-No me despierta interés, me considero inútil para opinar porque no es un tema que me llame la atención. Sí creo que estamos atravesando un momento difícil como sociedad. Quizá lo que más me preocupa es la inseguridad. Por ahí un laburante se levanta a las 6 de la mañana para ir a trabajar, vuelve a la noche y por ejemplo se encuentra que le han robado todo y así lo han despojado del esfuerzo que hizo durante años. Sé que es una situación compleja, desde luego que cambiar algunas cuestiones de la sociedad es un proceso que lleva años, pero espero que el partido político que gane en las elecciones pueda hacer bien las cosas.

-Ya comentaste que encontrás la felicidad en cosas mínimas, como compartir una juntada con amigos o tomar mates con tu novia. ¿Y con qué sufrís?

-Cuando pierdo, sufro de verdad. Soy un enfermo del triunfo y es algo que evidentemente tengo que equilibrar, intentar entender que la derrota es parte de este juego.

-¿Quíen es tu ídolo?

-Maradona. Toda la vida.

-Y en tu puesto, ¿a quién admirás?

-Miro mucho fútbol y de todos los arqueros trato de aprender algo. Creo que mis características apuntan a una mezcla entre el estilo de Nahuel Guzmán y la personalidad de Agustín Orión.

-¿Cómo imaginás tu futuro?

-Soy de los jugadores cuya meta es conseguir un lugar importante dentro de un club. Considero que en Independiente estoy dejando una buena imagen y realmente me siento feliz, pero lamentablemente al parecer algunos no quieren que continúe en el club. Uno siempre sueña con crecer en su carrera y por eso a diario entreno dejándolo todo. Aún me falta mucho por aprender y cada fin de semana es una nueva oportunidad para demostrar que tengo hambre de gloria.

Interior Futbolero