Después de mucho tiempo se volvieron a ver las caras Gimnasia y Central en el marco de una nueva edición de Copa Argentina. El partido de ida tuvo como ganador al equipo dirigido por José María Bianco, con la presentación de la carta goleadora de Juan Amieva, quién marcó los dos tantos de visitante y espera la revancha relajado en el Gigante del Norte, el próximo 10 de Febrero.
Llegaba mejor físicamente el «millonario», más que el «cuervo», por la simple razón de que el equipo conducido por Marcelo Castro se encuentra en plena preparación para el próximo Torneo Federal B. Pero en este clásico no se notó mucho en el primer tiempo. La diferencia estuvo en la etapa complementaria, donde el cansancio y la exigencia terminó pagando caro los goles en contra de la valla defendida por Diego Antonio, quién suplantó a Medrán por no estar habilitado para jugar.
El inicio del clásico parecía un partido por los porotos, con mucha pierna friccionada, algunas semblanzas de juego de parte de Central que venía con un solo partido amistoso, mientras que Gimnasia ya venía ultimando detalles de cara al inicio del Torneo Federal A. Sin embargo, el primero en avisar fue Ezequiel Melillo, que con un remate de media distancia empezó a ponerle pimienta al público presente en el mundialista.
Los de Bianco no tardaron en responder, porque tras un cabezazo de Lavaké por intermedio de un centro de Motta y un disparo de media distancia de Carrasco, la visita quería imponer presencia antes de los diez minutos de iniciado el juego. La evaluación previa era que Gimnasia iba a prevalecer sobre Central, pero el local tuvo una oportunidad clara sobre los 16` con un centro de Buruchaga (lo mejor del partido) para que entre Acosta o Barbuio la metieran, pero el atacante de Villa María la mandó por arriba del arco defendido por Sand.
Minutos más tarde, otra situación para Central, el manejo de balón de Oga, quién realizó un pase perfecto para Acosta quién disparó desde afuera del área y pasó rozando el ángulo. Gimnasia, por su parte, solo atenuaba con probar con remates de distancia con Sequeira, la termina sacando al córner Antonio y otro en ejecución de Carrasco, que terminó yéndose afuera del campo de juego.
Central no renunciaba a querer abrir el marcador con Sergio Oga como protagonista, quien trianguló pases con Buruchaga, que terminó por despreciar una situación inmejorable ante el arco de Gimnasia, pero su disparo se fue por encima del travesaño y no aparecía el gol de los locales. Para colmo de males para Castro, sufrió la baja de González, ya que sintió molestia en el aductor y tuvo que ser reemplazado por Maximiliano Martínez, quien iba a ser el protagonista del primer tiempo, porque sobre el final, tras un pase perfecto de Oga, el enganche ex Talleres de Perico, encaró en forma solitaria hacia el arco de Sand, pero su remate cruzado se terminó yendo afuera del terreno de juego.
Para la etapa complementaria, las cosas iban a estar a favor de Gimnasia, porque en el primer tiempo la falencia más preocupante para el «chaucha» era el sector izquierdo, que con la salida de Sequeira y el ingreso de Bellone, Gimnasia iba a tener un poquito más de producción futbolística por las bandas.
Con el cansancio físico de Central y la sapiencia de un tal Juan Amieva, el «millonario» encontró en el segundo tiempo el rendimiento que quería su técnico, y por esa razón sobre los diez del complemento, Pablo Motta cedió un pase perfecto para el delantero ex Alianza Cutral Có y ante la demora de los defensores «cuervos» para marcar, metió un zapatazo tremendo al ángulo y abrió el resultado para los albos. El partido iba uno a cero y la cuestión se empezaba a resolver. A partir de allí, el que sumó protagonismo fue Gimnasia, que empezó a manejar los hilos de juego, ser más punzante en la ofensiva, tratar de consolidarse en defensa, algo que no pasó en la primera etapa y con esa ideología encontró la segunda conquista de la tarde noche del Martearena, tras un disparo que pegó en el palo de Ceratto, ingresó en lugar de Carballo, el rebote le quedó a Fausto Apaza para rematar, pero este decidió dar el pase hacia atrás para que nuevamente Juan Amieva, sobre los 28´del complemento, sellara el dos a cero definitivo de este primer chico por Copa Argentina.
Sobre el final del partido, Gimnasia se quedó con un hombre menos por la lesión seria que sufrió Agustín Bellone. Fue un golpe fuerte en la costilla y tuvo que ser derivado al hospital San Bernardo para realizar las placas correspondientes.
Por el lado de Central, terminó también con un hombre menos por la expulsión de Matías Fernández, quien cometió una falta fuerte sobre el jugador Carballo.
Dos a cero, que terminó siendo mejor Gimnasia. A Central Norte le falta más preparación física que en el funcionamiento colectivo y de juego. El «cuervo» va a dar que hablar si ajusta algunas piezas para el arranca del Torneo Federal B Fútbol.