El presidente de Sportivo Guzmán expresó su enojo por lo ocurrido el último fin de semana frente a Güemes y afirmó que su intención es que el encuentro se juegue.
El partido entre Sportivo Guzmán y Güemes terminó en escándalo. Una bomba de estruendo cayó desde la popular local y aturdió al arquero Germán Montenegro, quien debió ser trasladado en ambulancia hasta un hospital local. La fecha de reprogramación del cotejo aún es una incógnita y el tiempo es poco. Por eso, para intentar aclarar la situación, Interior Futbolero dialogó con Gustavo Tapie, presidente del club tucumano.
-¿Cómo analiza lo ocurrido el otro día?
-Pusimos toda la buena voluntad, con 80 efectivos en la cancha y móviles en la ruta. Estos imponderables no se pueden manejar. Ni yo ni nadie.
-¿Qué va a pasar con el partido?
-Nosotros dimos nuestro punto de vista. Hay un informe de la Policía y uno del árbitro, que no vio nada porque hay un video que demuestra que estaba en la mitad de la cancha y de espaldas al momento de la agresión. Nosotros nos vamos a defender. No voy a poner en tela de juicio lo que le pasó a Montenegro, pero al lado suyo habían dos chicos alcanzapelotas y no les pasó nada. Los estudios médicos le salieron todos normales, no hay nada de lo que él dice. Si en la cancha me ganás como corresponde, no hay más que hablar.
-¿Entonces Güemes exagera la situación para ganar los puntos?
-Que no te quede la menor duda. Mañana va a caer un meteorito en la cancha de Güemes y van a decir que fue culpa de Sportivo. Me interesa poco o nada que me den algo que no me corresponde. Analicen su campaña, siempre los dirige un referí catamarqueño. ¿Acaso no hay de otra liga? Que nos digan que hay un decreto que dice que tienen que ascender los santiagueños y así dejamos de perder plata. El único vicio que tengo es el fútbol honesto.
-¿Averiguaron sobre antecedentes acerca de resoluciones del Tribunal de Disciplina en situaciones similares?
-Estuve hablando con Alfredo Derito y le recordé el caso del arquero chileno en las Eliminatorias y la bengala -en referencia al Cóndor Rojas, arquero de la Selección de Chile que fingió haber sido lastimado por una bengala en un partido contra Brasil por Eliminatorias para Italia 1990, que terminó por suspenderse-. Si ocurrió en una Eliminatorias, ¿cómo no va a ocurrir aquí? Para el partido en Santiago del Estero pedí que nos dirija un árbitro de Salta, porque son incorruptibles.
-Pero lo que pasó el otro día no tiene que ver con un arbitraje, sino por algo que cayó desde la tribuna.
-Lo que pasa es que la situación de Santiago del Estero exacerbó los ánimos de la gente.
-Con eso no se puede justificar lo que pasó en la cancha.
-Yo no lo justifico. No justifico ningún hecho que no corresponda. En Santiago del Estero nos anularon un gol a los dos minutos. Nos expulsaron a uno y sacaron ocho amarillas. No nos dejaban jugar.
-¿Y qué tiene que ver eso con un hecho de violencia?
-Tiene que ver porque esas cosas alteran el humor de la gente.
-Entonces lo está justificando.
-No lo estoy justificando, no avalo ningún hecho de violencia. Han dicho muchas mentiras. Yo tengo otros principios, no me puedo parar a conversar enfrente del presidente de Güemes. Pensamos de otra manera. El día que Sportivo tenga que llegar, lo hará por la vía legal y como corresponde. Y si no, no lo hará.
-¿No hacen una autocrítica por lo ocurrido?
-Sí, pero es difícil. Son entre 2500 y 3000 personas. Una cosa es decirlo con el micrófono en la mano, y otra es estar ahí. Es la primera vez que tengo un hecho de esta naturaleza.