Jorge Detona, delantero goleador de Güemes, es dueño de una historia de vida que se extiende más allá de la cancha de fútbol. Reseña de un atacante que perdió lo más valioso que alguien puede llegar a tener en la vida, pero sigue luchando contra viento y marea.
Por Juan Cruz Leguizamón
Más de una vez se especuló con realizar una película inspirada en la historia de Martín Palermo, la vida del máximo goleador en la historia de Boca Juniors, marcada por goles imposibles, lesiones espectaculares, penales errados, malos tragos. Sin embargo, el Titán de La Boca no está sólo en este camino, tiene a un compañero de armas, un Titán de La Vida, un hombre que soportó dos veces la pérdida de un hijo, que experimentó en vivo y en directo la furia de la naturaleza en Chile, y que hoy se encuentra luchando contra todo eso, con una pelota en el pie, mirando hacia adelante, avanzando en la vida.
El 7 de junio de 2015 no será una fecha más en la carrera de Jorge Detona, en el partido correspondiente a la segunda fecha de la Zona 8 del Federal B, el delantero anotó dos goles en la victoria de Güemes sobre Instituto Santiago por 4 a 2. «Fue algo muy lindo. Me preparé para este primer partido. A medida que sume minutos me voy a sentir mejor físicamente. Tuvimos un buen comienzo de partido, nos pusimos en ventaja y, sin querer, nos relajamos un poco, nos lo dieron vuelta. Pero pudimos empatar el partido y luego pasar nuevamente arriba, para manejar el juego tranquilamente», sostuvo el delantero.
Los dos goles de Detona tuvieron una dedicatoria especial, homenaje a sus dos hijos que lo acompañan en todo: «Giovanni se fue rápidamente de este mundo al nacer en diciembre de 2012. Costó mucho reponerme, pero salí adelante y mirando hacia un gran futuro. Después de mucho, en abril de 2014 llegó mi otro varón, Gianni, quien después de días de vida partió de este mundo para estar con su hermano, Gio, y su abuelo, mi viejo, todo eso me costó muchísimo. Sin embargo, con ayuda de profesionales pude salir adelante. Necesité dejar de viajar por un tiempo y estar rodeado de mi familia y mis entornos. Es por esa razón que no jugué desde diciembre hasta el domingo pasado. Gracias a todos ellos: Profes, kinesiólogos, psicólogos, instructores de reiki y familiares. Salí adelante y estoy super equilibrado para enfrentar cada sorpresa que me mande la vida. Sé que viviré con este dolor por siempre, pero sin padecerlo. Debo seguir y buscar tener una vida sana y adecuada con las cartas que me tocaron. Estoy entero y equilibrado para llenarlos de gritos de gol y dedicarlos al cielo».
Más alla de un recorrido amplio por clubes del interior, Detona tuvos dos pasos por el fútbol extranjero, más precisamente en Chile (Naval), y en Bolivia (Nacional de Potosí). «Son lindas experiencias, en Chile estuve durante el terremoto de 2010, Fueron sensaciones de mucha desesperación, ruido, oscuridad y miedo. Cuando los movimientos terminaron y todos creíamos que había pasado lo peor, llegó el tsunami. Yo vivía a 400 metros de la costa del mar. Hubo olas de 8 a 12 metros que cubrieron Talcahuano, llegaron a chocar el edificio donde vivía. Luego quedamos incomunicados por 48 horas, sin luz, sin internet y sin teléfonos, no podíamos hablar con nuestros familiares. Después de cuatro días muy feos, logramos escapar de ese caos y volvimos para la Argentina. Todo Talcahuano estaba contaminado, el mar se metió en la ciudad». En el año 2014, el fútbol llevó a Detona al Nacional Potosí boliviano: «La cultura boliviana es muy distinta a la nuestra, Nacional pertenece a la ciudad más alta del mundo 4.400 metros de altura sobre el nievel del mar, el lugar más alto donde se practique fútbol».
El presente ubica a Jorge Detona con la camiseta del Gaucho. «Es un club muy lindo, de una infraestructura interesante, viene creciendo mucho. Está muy ordenado, ojalá que desde nuestro lugar, podamos darles alegrías. El objetivo es que Güemes sea protagonista, luchar por cosas lindas. Formamos un gran grupo humano, así que estamos dispuestos a brindar todo por esta institución. Tenemos hambre de gloria y por ella vamos», manifestó el atacante, ex Huracán Las Heras.
Güemes se ha reforzado con jugadores de jerarquía y apunta alto, pero Detona prefirió tomarlo con tranquilidad: «Este equipo está para pensar en el viernes ante Famaillá, partido complicado, como todo. Vamos pensando en lo que viene. Como grupo estamos muy bien, contentos con eso. Mientras las cuatro patas de este proyecto estén firmes, sean jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, vamos a seguir luchando por cosas lindas». Además, Detona añadió: «Quiero hacer muchos goles y ascender. Pero aún es muy pronto, y con el correr de los partidos iremos viendo para qué estamos. Las ganas están, así que trabajamos para conseguir satisfacciones».
-¿Cuáles son tus sueños?
-Tengo muchos. Cada segundo de mi vida es por un sueño, tener mi propia familia en la tierra es uno. Hacer muchos goles y conseguir cada objetivo es otro. Y seguir siendo un hombre de bien, que no me detenga en conseguir objetivos. Mi carácter me obliga a no detenerme.
El número 9 seguirá encarando, transpirando la camiseta, gritando goles hacia la eternidad. Un luchador incansable que va detrás de sus sueños. Un Titán de la vida.